viernes, 10 de septiembre de 2010

Cómo Reciclar Las Computadoras Viejas


Si compra usted una computadora nueva, ¿qué hace con su máquina anterior? ¿La vende, la regala o la guarda en un cuarto con cosas viejas? Es probable que si tiene varios años, la coloque en el basurero afuera de su casa. Pero ¿es consciente de que las computadoras, así como los celulares y otros artículos electrónicos, contienen sustancias tóxicas como plomo, mercurio y cadmio que, al ser arrojadas a los vertederos, contaminan el ambiente? Con los avances de la tecnología y la renovación constante de los equipos, se están acumulando en el mundo (especialmente en los países en desarrollo) una avalancha de desperdicios electrónicos. En otras naciones ya se están aplicando iniciativas legales para reciclar las computadoras. Incluso, es ilegal desecharlas junto con la basura regular. La ley de California, por ejemplo, considera peligrosos a los televisores y monitores viejos y no se pueden desechar con la basura municipal. El gobierno de ese estado creó el portal www.eRecycle.org para que la población busque información sobre cómo manejar los aparatos electrónicos no deseados y los sitios de reciclaje en su área. Por las presiones en materia ambiental, algunos fabricantes también han comenzado a cambiar. Apple Inc. y Dell tienen un programa de reciclaje de computadoras (en Panamá aún no se ha puesto en marcha). Dell también se movió: hizo una alianza con The Conservation Fund y Carbon fund. org. Los organismos desarrollan el programa "Siembra un árbol por mí", que consiste en que cada cliente plante un árbol para reducir las emisiones de dióxido de carbono que genera la electricidad que consumen sus computadoras. Y aunque en América Latina Toshiba no tiene programas de reciclaje, mantiene desde abril de 2006 una política de fabricación de equipos libres de materiales de alto riesgo, que fueron incluidos en un reglamento de la Unión Europea.

Alternativas en Panamá
En el país existen tres opciones para enfrentar el problema de esos desechos. La primera es reducir su generación al comprar, de manera inteligente, y darle mantenimiento a los equipos. "El consumidor tiene el poder de elegir qué computadora comprar, tomando en cuenta la responsabilidad ambiental de la compañía y del fabricante", dice Ileana Taylor, del Departamento de Calidad Ambiental de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam). Cuando ya se ha generado la "basura electrónica", se pueden reutilizar las computadoras que aún funcionan. En Panamá, las Industrias de Buena Voluntad las aceptan como donaciones. Luego las reparan y las venden. Esos ingresos le permiten mantener sus talleres. La Fundación Gente Ayudando Gente (www.gagpan. org) recibe computadoras usadas para reacondicionarlas en una planta ubicada en la Ciudad del Saber, en Clayton. Después las distribuye en escuelas públicas del interior del país. Isaías León, presidente de la fundación, afirma que la planta, con capacidad para reacondicionar hasta 100 computadoras en una semana, les da "una nueva vida" a las máquinas. Cuenta que ahora se encuentra gestionando el financiamiento para instalar un incinerador, que servirá para quemar los componentes que no puedan repararse.

La tercera opción, y la más costosa, es reciclar los componentes. En Panamá aún no se realiza este proceso. "Realmente lo que hemos hecho en relación a la basura tecnológica no es tanto", opina la funcionaria de la Anam. Añade, además, que la responsabilidad de tratar estos desechos debe ser compartida entre los fabricantes, los comerciantes y el consumidor final. No existe una ley que obligue a los generadores y usuarios a buscar alternativas ambientales para la disposición de estos desechos. Pero eso podría cambiar pronto. Actualmente la Anam está en la etapa final de revisión de un anteproyecto de ley para el Fomento del Mercado de Valorización de Residuos. El organismo espera presentarlo en la Asamblea antes julio. El anteproyecto establece la responsabilidad del generador del equipo, instaura centros de acopio para diferentes tipos de residuos y se crea una "bolsa de residuos", un programa para que los que generan el desecho se puedan poner en contacto con los que compran esos residuos para reciclarlos.
"Las personas que se hayan decidido a renovar partes de su vieja computadora deben tener en cuenta que algunos componentes de la máquina pueden contaminar el medioambiente."

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